Vivir
Hay personas que transmiten negatividad y tristeza. Huyamos de ellas. Me quedo con las que aun en estos tiempos, sienten entusiasmo por la vida , irradian alegría y contagian energía positiva. Nuestras almas heridas necesitan entusiasmarse por pequeñas cosas cada día, pero hay que buscarlas, ya sea en la rutina diaria o en lo extraordinario de la novedad. Para amar la vida hay que aceptar tanto lo cotidiano como lo esporádico, lo conocido y lo sorprendente, la alegría y la nostalgia, porque todo eso forma parte del ser humano. Cuando dejamos de sorprendernos y de emocionarnos, dejamos de vivir y empezamos a morir un poquito cada día. En ocasiones basta una canción en la radio del coche, que nos transporta a otro tiempo y nos hace vibrar o incluso derramar una lágrima, a veces es una película o una serie de televisión la que es capaz de llegarnos al corazón y nos hace sentir una nostalgia entrañable por otra época de nuestra vida. Sea como sea, tenemos que segui...