Ladrones de Dignidad

En este siglo XXI tan avanzado en tecnología, en el que hay unidades de medida para casi todo, yo me pregunto ¿en qué unidades se mide la sabiduría adquirida con la edad?. No me refiero a los famosos test de inteligencia, de los cuales tengo serias dudas, porque una persona puede ser un genio en una actividad concreta y no por eso saber desenvolverse con soltura en todos los departamentos de una empresa. 

Cada vez que veo las ofertas de empleo actuales, más me convenzo de que los empresarios se han convertido en cazadores de superhombres o supermujeres, quieren que el candidato posea la perfección absoluta y, por supuesto, que sea joven, no se da una oportunidad a la ligera, se descarta a las personas por su edad, no hay piedad en las entrevistas, nos exponemos indefensos ante ladrones de dignidad. Sí, así lo veo, y desgraciadamente esto se consiente, no hay castigo por despojar a las personas de lo poco que les queda. 


Acaso estamos retrocediendo en el tiempo, a la Edad Media, donde se echaba de casa a los padres para usurpar su lugar cuando se casaban los hijos. He leído, hace poco, una noticia que me puso los pelos de punta, decía que muchos hijos están abandonando a sus padres ancianos en la calle, porque ni pueden cuidar de ellos ni enviarles a una residencia. Esto da mucho que pensar y todo está relacionado, se está despreciando a los mayores en casi todos los ámbitos, eso sí, la mayor paradoja es que para ser el Papa hay que sobrepasar cierta edad, en ese caso, sí se valora la sabiduría que proporciona la experiencia de la vida, tal vez deberían tomar ejemplo en muchas empresas.

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