Sigüenza y su Catedral

Sigüenza es una de las poblaciones más frías y más bellas de la provincia de Guadalajara, por su situación estratégica tuvo gran importancia como ciudad en época de los romanos, pero sobre todo en La Edad Media, posee un fabuloso patrimonio arquitectónico que fue declarado conjunto histórico-artístico en 1965. Aunque en la actualidad su número de habitantes ha descendido notablemente, no se puede negar que la historia ha dejado huella de sus mejores tiempos en esta ciudad que hasta finales del siglo XVIII albergó a la universidad.
Hoy en día es la sede principal del obispado de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Nada más llegar se aprecia a simple vista el ambiente medieval en sus calles, combinando diferentes estilos que confluyen orgullosamente en su principal símbolo, que es donde vamos a centrar esta visita, en La Catedral y su entorno, sin desmerecer por eso su imponente Castillo (actualmente Parador de Turismo), en la parte alta de la ciudad.


La Catedral de Santa María de Sigüenza se empezó a construir en 1124, después de la reconquista de la ciudad a los musulmanes por el obispo don Bernardo de Agén, durante el reinado de Doña Urraca.
De estilo románico en sus comienzos y posteriormente siguiendo las líneas del gótico en el siglo XV, bajo la dirección del Cardenal Mendoza, consejero de los Reyes Católicos y gran impulsor del Renacimiento en España, las obras de la catedral han pasado durante siglos por diferentes obispos y estilos de cada época. 

La primera impresión que da al ver su exterior es el de una fortaleza medieval con fuertes torres, pórtico románico y un enorme rosetón. A ambos lados de la fachada principal románica con detalles posteriores neoclásicos y barrocos, podemos ver dos torres cuadradas de piedra arenisca, con pequeñas ventanas románicas, la derecha llamada de "las campanas" y la izquierda de "don Fadrique" y un metro más alta que la otra.


Llega el momento de entrar y conocer un poco más de este monumento emblemático de Sigüenza, pues nos espera una visita guiada pero breve en la que nos van a enseñar lo más destacado de su riqueza ornamental, que a lo largo de varias restauraciones ha ido recuperando gran parte de su belleza destruida durante la guerra civil. 
Han pasado catorce años desde la primera vez que entré en esta catedral y reconozco que, aunque siempre queda trabajo por hacer, se ha llevado a cabo una gran labor de restauración y he notado una apreciable mejoría entre mi primera visita y ésta.

Detalle del Retablo de Santa Librada
En la Edad Media era costumbre que las catedrales se pusieran bajo la protección de las reliquias de un mártir y por ese motivo el obispo Bernardo de Agén trajo las de Santa Librada desde Aquitania, que era de donde él procedía. El retablo dedicado a esta mártir fue mandado realizar por el obispo Fadrique de Portugal y trazado por Alonso de Covarrubias, es una de las mejores obras de arte plateresco del siglo XVI, se trata de un retablo-altar-sepultura, las pinturas de Juan Soreda son de estilo manierista-rafaelesco con escenas de la vida de Santa Librada y también mitológicas.

Bóvedas de la Nave central
La catedral es de planta de cruz latina, consta de tres naves, la nave transversal o transepto y la cabecera con un gran ábside que contiene la capilla mayor rodeada por la girola, su estilo principal es de transición del románico al gótico, en conjunto es un hermoso ejemplo del cisterciense o primer gótico, los ventanales mantienen su forma románica en las naves laterales y gótica en la central.
Enormes pilares separan las naves y están compuestos por veinte columnas adosadas con capiteles de tema vegetal, de los capiteles salen los nervios pétreos que forman las bóvedas ojivales de crucería.

Santa María La Mayor 
Lo primero que vemos de frente, entrando por la fachada principal es el Altar del Trascoro de estilo barroco, con la patrona de Sigüenza  Santa María de la Mayor que a lo largo de su historia ha sufrido diversas restauraciones y transformaciones, el altar está formado por seis columnas salomónicas de mármol negro y cuatro más pequeñas de mármol rojo.

Presbiterio o Altar Mayor

También destaca el retablo del Altar Mayor, que es una obra renacentista de principios del siglo XVII, está formado por tres cuerpos: jónico, corintio y compuesto.
En esta imagen podemos apreciar los relieves de la Inmaculada Concepción y al otro lado la Transfiguración de Cristo.







Capilla de la Anunciación


La fachada de la Capilla de la Anunciación es una de las más hermosas de la Catedral. Se podría clasificar como estilo Cisneros-Isabelino, pues posee una mezcla de estilos con detalles platerescos, mocárabes y arte mudéjar, además de gótico-flamígero.
Encima del arco se encuentran los escudos del fundador de esta capilla don Fernando de Montemayor y una escena de la Anunciación.




Virgen de la Leche


Esta preciosa talla de la Virgen de la Leche está realizada en alabastro policromado y data de principios del siglo XVI, en los comienzos del renacimiento castellano, está dentro de un pequeño altar a la manera de los templetes romanos.
A los pies del altar están los escudos del obispo Fadrique de Portugal y a los pies de la Virgen hay una inscripción en latín que significa "Quien me encontrara, encontrará la Vida".



Sepulcro del Doncel

Pero sin duda, la obra más famosa y conocida de la catedral es la Capilla del Doncel, se trata del mausoleo de Martín Vázquez de Arce, muerto a los 25 años de edad en la guerra de Granada, reclinado sobre su sepulcro en la Capilla que, en realidad se llama de San Juan y Santa Catalina.
El sepulcro está bajo una hornacina en arco de medio punto, con la estatua del doncel en alabastro, vestido con armadura y la Cruz de Santiago. Es una estatua muy original por su postura relajada, leyendo un libro y con las piernas cruzadas.


También hemos podido admirar El Coro, La Sacristía Mayor o de Las Cabezas, las Capillas del Espíritu Santo y la del Cristo de la Misericordia, no obstante su belleza se aprecia mucho mejor viéndolo en persona, pues la luz de la catedral es bastante tenue en algunos lugares y las fotografías no captan la verdadera esencia de las imágenes.

Al terminar la visita guiada y salir de la catedral ya es prácticamente de noche, es lo que tiene el mes de noviembre, sus tardes son muy cortas pero aprovecho la ocasión para ver los alrededores de la catedral a la luz de las farolas, lo que le da un aspecto más medieval aún que a plena luz del día; realmente es como retroceder en el tiempo y sentir que estamos en el siglo XV, cuando fue construida la Plaza Mayor.




Y ya para terminar os aconsejo visitar el Museo Diocesano de Arte Antiguo, que está al lado de la Catedral, es un antiguo palacete del siglo XVI y cuenta con una colección de obras prehistóricas, tablas pintadas y retablos de arte sacro de diferentes épocas, una colección de orfebrería, esculturas, lienzos, muestras de arquitectura...Merece la pena verlo y como en su interior no permiten hacer fotografías, os dejo algunas imágenes que pertenecen a su página web.

Imagen del Museo Diocesano

Imagen del Museo Diocesano
                               
La Inmaculada Niña de Zurbarán
Imagen del Museo Diocesano

Información práctica:
Ayuntamiento de Sigüenza
La Catedral de Sigüenza
Museo Diocesano de Arte Antiguo
Guiados en Guadalajara 


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