Reminiscencias de otros veranos

Dicen que la vida del ser humano se compone de ciclos o de etapas de una determinada duración, existen algunas teorías en las que se cuentan por períodos de cinco o siete años estas etapas diferentes en nuestra existencia. Tal vez por eso y por los años que está durando ya la crisis actual, precisamente este verano me vienen a la memoria recuerdos e imágenes de los veranos de mi infancia.
Probablemente muchos de los que lleváis ya cuatro décadas en este mundo y habéis vivido vuestros primeros años en un pueblo del interior de la península, encontraréis ciertas similitudes en lo que os cuento.

propiedad de Almudena Escudero Guerrero

Y es que estos últimos veranos, para muchas personas afectadas por la crisis y el desempleo, han supuesto un retorno a las costumbres del pasado, sí, porque muchos de los que pasamos nuestra infancia en la década de los 70 y principios de los años 80, no sabíamos lo que era ir de vacaciones en verano, ni siquiera conocíamos el mar, solamente por alguna postal que recibíamos de algún familiar o por los programas de televisión; recuerdo series como "Vacaciones en el Mar" o "Verano Azul".
No obstante , las vacaciones escolares siempre eran bien recibidas, estábamos habituados a las costumbres de nuestros padres y abuelos, no echábamos de menos algo que no habíamos conocido nunca.


Recuerdo las casas antiguas y frescas del pueblo, construidas hace siglos con las paredes bien gruesas para soportar el calor del verano y el frío del invierno, no era necesario el aire acondicionado tan imprescindible hoy en día y se dormía muy fresquito en ellas.
Recuerdo los juegos en la calle o en la sombra de los patios de las casas, con los amigos y los primos que venían de la ciudad a pasar sus vacaciones al pueblo.
Cuando aún no existían las piscinas municipales teníamos que conformarnos con algún arroyo cercano al pueblo o, unos años más tarde afortunadamente, desplazarnos a las piscinas de las urbanizaciones de alrededor. Hasta que, por fin, las construyeron en nuestro pueblo.


Eran otros tiempos, está claro, no obstante al crecer quisimos ir de vacaciones y conocer el mar, pero una vez que se han contemplado su inmensidad y su belleza, ya no se le puede olvidar nunca, pasarán varios años sin verlo pero siempre necesitamos volver.
Por eso creo que este verano se está cerrando otro ciclo, tengo esa intuición, no tiene nada que ver con lo que digan en las noticias, es algo que siento, algo que está empezando a cambiar sutilmente, una ligera sensación de que el  verano del próximo año empezará a parecerse de nuevo a otros tiempos mejores.
La esperanza es lo último que se pierde y como dijo Cervantes:

"Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades".

Comentarios

  1. ¡Qué bonita reflexión! Ojalá sea el tiempo correcto para un nuevo ciclo, me parece que la humanidad lo necesita.

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    1. Hola Giovanna, si echamos la vista atrás podemos comprobar que siempre ha habido épocas mejores y peores, pero que cada una de ellas nos ha dejado gratos recuerdos, que son los que permanecen en la memoria.
      Muchas gracias por tu comentario. Saludos.

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