La vida después

La vida después de Marta Rivera de la Cruz nos plantea la cuestión de si es posible que entre un hombre y una mujer pueda existir, a lo largo de toda su vida, una pura y simple amistad, sin llegar a enamorarse el uno del otro, aunque su complicidad llegue a estar por encima incluso de sus relaciones amorosas con otras personas.

Los protagonistas de esta historia son Victoria y Jan, que comenzaron su amistad en su época de estudiantes en la universidad, si bien estaban muy unidos, sus vidas les llevaron por distintos caminos, acabaron casándose con otras personas y viviendo bastante lejos uno del otro, eso sí, sin perder nunca su contacto.

La historia comienza con la muerte de Jan, lo que significa la vuelta de Victoria desde Nueva York a España para su funeral. Ahí se inicia el argumento del libro, con las emociones y el dolor de ella por la muerte de su gran amigo. Tendrá que enfrentarse a parte de su pasado y aprender a relacionarse con la viuda de Jan, cuyo trato hasta entonces no había pasado de cordial. 

Además de mostrarnos el laberinto de los sentimientos humanos, los celos, la envidia, el cariño, la pena,  la escritora introduce otra historia del pasado dentro de ésta, que incluso, podría decirse que le roba algo de protagonismo al presente, pues Marta Rivera de la Cruz, no sólo en este libro, también en La importancia de las cosas, que leí el año pasado, posee la pericia de trasladar nuestra imaginación a otros tiempos, describiendo con gran precisión hasta el mínimo detalle. Y como es lógico ambas crónicas tienen un vínculo fundamental para el desenlace de la novela.