Un día en el campo


Por fin nos da un respiro el mal tiempo y aparece tardía pero radiante la tan ansiada primavera. Este fin de semana hemos podido contemplar, por fin, el cielo azul despejado, ya se alejaron las nubes que tanta lluvia nos han traído este invierno, eso sí, gracias a la lluvia se puede disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. 
Y, por eso, qué mejor opción que pasar un día en el campo.



Hay lugares que tenemos grabados en nuestra memoria y en nuestro corazón porque están ligados a nosotros desde que nacimos o, tal vez, incluso desde antes de nacer. Para mí, este lugar se llama La Hoyuela y está unido a mi familia desde varias generaciones atrás.


Desde lo más alto de este paraje se puede admirar todo el verdor del monte con sus encinas o "chaparras" y sus almendros. Pasar aquí el día con familiares o amigos nos recarga las pilas y nos da fuerzas para continuar con el día a día.
Es realmente aconsejable para todo el mundo mantenerse en contacto con la naturaleza siempre que sea posible, sobre todo para la gente de las ciudades y además los niños lo agradecen muchísimo.



El arroyo de las viñas es otro precioso lugar en el que los únicos sonidos que escuchamos son los trinos de los pájaros y  el agua que fluye entre las piedras.


Nos relajamos contemplando los hermosos paisajes y guardando en nuestra memoria y también en nuestra cámara de fotos este día maravilloso que nos ha ofrecido el mes de abril. Volvemos a nuestra casa llenos de buenas vibraciones y energía positiva.

                                        
¡Hasta pronto!
                                      

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